UN POCO DE HISTORIA:
En el siglo noveno despues de Cristo "Los Elementos" de Euclides fue traducido en las escuelas de Córdoba.
Córdoba fue depositaria y única usufructuaria del tesoro euclidiano durante la Edad Media.
Esta situación de privilegiado monopolio terminó por una de las primeras operaciones de espionaje científico que se tiene memoria. En 1120, el británico Adelardo de Bath, previamente adiestrado en el idioma, usos y costumbres y disfrazado de estudiante hispano-árabe, logró introducirse en nuestras escuelas y sacar una copia de "Los Elementos" que fue publicada en 1472.
Hasta 1535, año en que se descubre el texto griego, Europa no cuenta más que con esta traducción árabe.
Con estos antecedentes, era razonable pensar que si en alguna arquitectura pre-renacentista se había empleado racionalmente la proporción áurea, este lugar no podía ser otro que Córdoba.
Córdoba fue depositaria y única usufructuaria del tesoro euclidiano durante la Edad Media.
Esta situación de privilegiado monopolio terminó por una de las primeras operaciones de espionaje científico que se tiene memoria. En 1120, el británico Adelardo de Bath, previamente adiestrado en el idioma, usos y costumbres y disfrazado de estudiante hispano-árabe, logró introducirse en nuestras escuelas y sacar una copia de "Los Elementos" que fue publicada en 1472.
Hasta 1535, año en que se descubre el texto griego, Europa no cuenta más que con esta traducción árabe.
Con estos antecedentes, era razonable pensar que si en alguna arquitectura pre-renacentista se había empleado racionalmente la proporción áurea, este lugar no podía ser otro que Córdoba.
CURIOSIDADES!
En unas pruebas realizadas en 1951 en la Diputación de Córdoba, se realizó un test a estudiantes de arquitectura en que se pedía que dibujaran el rectángulo ideal, dando a priori una mayor puntuación a quien racional o instintivamente dibujara el áureo, se detectó que la mayoría había trazado uno, menos esbelto que el armónico, con la proporción aproximada de 1,3.
El hecho era suficientemente significativo para ser investigado. La repetición del test con personas nacidas o residentes en Córdoba conducía reiteradamente a esa proporción. La frecuencia de la proporción 1,3 desbordó la debida al cálculo de probabilidades.
Bien podía suceder que si bien el hombre ideal davinciano debería ser de proporciones divinas, el hombre cordobés es según sus propias características étnicas humano.
El estudio antropométrico en el tallado militar y en las figuras de relieves, esculturas o mosáicos romanos condujo a que los cordobeses romanos han gustado de proporcionar sus figuras humanas según la constante 1,3.
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